
El comercio de criptomonedas y su minería requiere el consumo de electricidad. En el caso de Bitcoin, su costo es de aproximadamente 10 millones en un país, este criptoactivo es descentralizado y no posee contraparte en el mundo, funcionando como un dinero virtual que cualquier persona puede extraer a través de la asignación de una potencia informática en su computadora, desde la tarjeta gráfica.
Cualquier operación vinculada al Bitcoin, necesita suministro eléctrico, ya sea en la computadora donde se mina o para los servidores garantes de las transacciones que se ejecutan. Esta, a su vez, se obtiene en gran parte de recursos naturales no renovables, como lo son los combustibles fósiles, cuyo procesamiento genera una alta contaminación ambiental. Sin embargo, ¿cuál es el impacto del Bitcoin en nuestro planeta? Es mucho mayor de lo que hemos creído.
Para los que no lo saben Bitcoin consume tanta energía como lo hace la población total de Grecia, y este consumo lo ejecuta una sola criptomoneda, sin incluir a las otras.
El Bank of America suministró una información de que Bitcoin en la actualidad consume la misma cantidad de electricidad que un país pequeño y desarrollado como Grecia lo hace, consumo comparable al de una aerolínea que atiende a 200 millones de pasajeros en un año. La gran mayoría de las minas de criptomonedas se encuentran en China, donde se utiliza principalmente combustibles fósiles, cada 50 000 dólares recabados por la minería representa 270 toneladas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera.
Sin embargo este no es el principal problema ambiental derivado por las criptomonedas, hay otros. Cuanto más caro es el valor de un criptoactivo, mayor cantidad de gente quiere explotarlo, porque el proceso se vuelve rentable, lo que hace que el consumo de energía y el impacto ecológico sea superior.
La información entregada por el Bank of America solo se refiere a Bitcoin y no suministra daos del daño ambiental provocado por Ethereum, Litecoin y Ripple.
El cambio climático es una situación que está ahí, a la vista de todos, y sus efectos están causando estragos a nivel global, alterando nuestra vida y las condiciones naturales del planeta.
Aunque se han tomado medidas para reducir la contaminación del ambiente, separando la basura y reciclando plástico, campañas para eliminar desechos y sembrar nuevos árboles; al mismo tiempo, cada paso positivo es un retroceso cuando se ve la oportunidad de multiplicar dinero (y más, si es minando Bitcoin), al hacerlo se desencadenan muchos contaminantes a la atmósfera contrarrestando las acciones positivas.
¿Existirá alguna solución para salvar al planeta del minado de criptomonedas? ¿Vale la pena sembrar un árbol que demora años en crecer cuando una pequeña transacción en Bitcoin genera más contaminación que una sola persona en la vida? Déjanos tu opinión.
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